11 abril 2010

40 años del Apollo XIII

Según el escritor Arthur Clarke, el año 2001 fue al año de la Odisea Espacial, tal es el título de su famosa obra que cambió los conceptos de la ciencia ficción, pero esta ficción, una vez más, había sido superada por la realidad hace ya 40 años antes y solo dos años después de que Clarke escribiera su historia.

Después de la exitosa misión lunar del Apollo 11, la NASA ya estaba peleando contra los recortes presupuestarios que amenazaban con cancelar el programa por ser excesivamente caro, ya se sabía que no se llegaría al Apollo 20, como originalmente se había planeado, pero el éxito del primer hombre en la Luna aseguraba al menos dos o tres misiones lunares más.

El astronauta James Lovell se hallaba en la rotación de tripulantes del programa Apollo y su trayectoria le aseguraba un puesto para caminar en la superficie lunar, era su mayor anhelo, luego de ello se retiraría, ya había tripulado las misiones Gemini 7, junto a Frank Borman, en 1965, Gemini 12, junto a Buzz Aldrin, en 1966 y había orbitado la Luna en la misión Apollo 8 junto a Frank Borman y William Anders en diciembre de 1968.


Luego de ser el astronauta suplente de Neil Armstrong, nada menos que en la misión Apollo 11, ahora le había llegado el turno de ser el titular, Lovell comandaría la misión Apollo 14, prevista para octubre de 1970, sus compañeros serían Ken Mattingly piloteando el módulo de mando y Fred Haise en el módulo lunar, dos novatos que aún no habían volado pero poseían un amplio conocimiento del proyecto Apollo y se hallaban sólidamente entrenados y capacitados para ir a la Luna. Lovell y Haise serían el séptimo y octavo hombre en la Luna.

Los acontecimientos que se sucederían a continuación son los que, precisamente, componen esta odisea espacial.

La NASA tenía un gran dilema en cuanto a la rotación de astronautas para las misiones Apollo ya que el astronauta Alan Shepard, que junto a Stuart Roosa y Edgard Mitchell integraban la misión Apollo 13, no se terminaba de recuperar de una operación, que había tenido para corregir un defecto en su oído que le ocasionaba pérdida de la orientación y vértigo, así que en un giro drástico de decisión resolvió pasar a Shepard y a su equipo a la misión Apollo 14 y asignarle a Lovell y a su equipo la misión 13, asegurando así, según la NASA, el éxito de ambas misiones.

Así fue como el público supo la noticia que Lovell, Mattingly y Haise integrarían la misión Apollo 13, a la Luna, prevista para abril de 1970, salvo por el famoso número cabalístico, el público no le prestó demasiada atención al anuncio, los vuelos espaciales empezaban a ser rutina y los titulares de los diarios más importantes de EE.UU. hablaban del inicio de la temporada de béisbol y la inminente separación de The Beatles.

Pero, a pesar de eso, el público empezó a mirar al Apollo 13 desde una perspectiva distinta, a medida que se conocían los detalles de la misión, no faltaron los numerólogos de siempre predestinando la desgracia para esta misión, por primera vez una misión espacial llevaba el nº 13 (los vuelos Mercury sólo fueron seis y la Gemini terminó con la 12), la fecha y hora de lanzamiento fue otro "dato" más para estos estudiosos cabuleros, sería lanzado el 11 de abril de 1970, números que sumados dan 13 (1+1+4+7 = 13) a las 13 horas 13 minutos hora de Houston, y para colmo de males la nave entraría en la atracción lunar el día 13.
Lovell y su tripulación se veían algo molestos por esta reacción, la prometedora misión científica a la región lunar de Fra Mauro solo despertaba un interés mórbido por el número, pero no influyó en el entusiasmo de nadie en la NASA por la misión, la tripulación ya había elegido la insignia de la misión con unas palabras en latín propuestas por Lovell que dicen "Ex Luna Scientia" que significa "Desde la Luna, Conocimiento" resaltando el carácter científico de la misión.


Para identificar a los módulos que componen al Apollo 13, la tripulación acordó llamar Odissey (Odisea, ¡qué coincidencia!) al módulo de mando, porque le gustaba como sonaba la definición en el diccionario : "largo viaje marcado por muchos cambios de suerte" aunque prefirieron obviar esa última parte y Aquarius al módulo lunar, por su relación con la mitología egipcia, Acuario era el dios que llevaba fertilidad y saber al Valle del Nilo.

La tripulación ya estaba en la fase final de entrenamiento cuando un hecho inesperado la alteró, el astronauta Charles Duke integraba la tripulación suplente de Apollo 13, junto a John Young y Jack Swigert, y debido a que su hijo estaba padeciendo rubeola.

Sin quererlo había expuesto a sus dos compañeros y a la tripulación titular de la misión, todos habían padecido la enfermedad y por lo tanto generado anticuerpos excepto Ken Mattingly, los médicos de la NASA pensaron que ya podía estar incubando la enfermedad y pronosticaron que padecería la fiebre cuando se hallara en órbita lunar mientras Lovell y Haise caminaran en la superficie.

A pesar de las protestas de Lovell y del propio Mattingly, la junta médica, junto con el director de operaciones de vuelos tripulados, Deke Slayton, resolvió tachar de la lista titular a Mattingly y poner en su lugar al astronauta y novato Jack Swigert, integrante de la tripulación suplente, faltando una semana para el lanzamiento.

Swigert se hallaba tan capacitado como Mattingly para pilotear el módulo de mando, el problema era que tenía que entrenar con sus nuevos compañeros, para acostumbrarse a la modalidad de ellos y entre los tres sincronizar acciones; solo faltando dos días para el lanzamiento la NASA aprobó al nuevo tripulante, y así fue como Swigert se convirtió en el primer soltero en volar al espacio, dando lugar a un sinfín de comentarios triviales por parte de la prensa y la televisión.

La preparación de la nueva tripulación debió hacerse en tan poco tiempo que para la foto oficial de la misión los astronautas no pudieron contar con sus trajes espaciales como era tradicional, ya que éstos se hallaban en el Kennedy Space Center, y faltaban 36 horas para el lanzamiento, la foto oficial de Apollo 13 es una pobre pose de los astronautas en traje civil.

Y por fin llegó el momento del lanzamiento, todo se hallaba listo para comenzar la misión 13 del Apollo, el tercer alunizaje, los astronautas ya se hallaban en el módulo de mando, montado sobre el cohete gigante Saturno V y en la sala de control de Houston el director de vuelo, Gene Kranz, estaba supervisando todos los sistemas, junto a los astronautas novatos Jack Lousma y Joe Kerwin, que hacían de enlace de comunicaciones entre los técnicos y los astronautas en vuelo, también se hallaba allí el resignado Ken Mattingly.



A las 13:13 hs. del 11 de abril de 1970 rugía el Saturno V elevando al Apollo 13 hacia la Luna, no había salido de la atmósfera cuando se produjo el primer incidente, uno de los cinco motores principales había dejado de funcionar, se probó forzar a los otros cuatro y con eso compensar la fuerza de lanzamiento, si fallaba deberían abortar, pero en el momento pudieron corregir la falla.

El viaje prosiguió sin mayores percances, aún cuando debieron efectuar la difícil maniobra de acople entre el módulo de comando Odissey y el lunar Aquarius a cargo exclusivamente de Swigert. La maniobra se efectuó de manera impecable y quedó oficialmente iniciado el viaje a la Luna, luego de algunos controles de rutina, al día siguiente, realizarían una transmisión por T.V. en vivo.

La noche del 13 de abril, Lovell, Haise y Swigert realizaron la tan mentada transmisión que teóricamente todo EE.UU. estaría viendo, sin embargo en ese momento todo el público se hallaba viendo el Show de Dick Cavett, un programa humorístico que apenas recordó al Apollo 13, cuando en tono sarcástico afirmó que este lanzamiento lo habían visto tres millones de personas menos que el anterior porque pensó que era una reposición de verano.

Sin embargo a eso de las 22.30 hs. el programa se interrumpió y aparecieron en pantalla unas letras rojas que decían Apollo 13 y en azul Infomativo Especial, una voz en off informaba que la nave Apollo 13 había sufrido una avería de origen desconocido, que se había registrado una pérdida de oxígeno, pero que los astronautas por el momento no corrían peligro.

Casi tan rápido como se había ido reapareció el programa humorístico, sin embargo los partes actualizados de la NASA habían cambiado el panorama, ya no eran tan optimistas, un nuevo informe fue dado a conocer en la T.V. y ya no hubo ningún programa en ningún canal, todos estaban informando la odisea que viviría el Apollo 13y que duraría una larga y angustiosa semana.


El acontecimiento había sido tan violento que, tanto los astronautas del Apollo 13, como los controladores de Houston, tardaron unos minutos en determinar lo que estaba ocurriendo, al parecer luego de realizar unas tareas de rutina que consistían en agitar los tanques de oxígeno, para que no decante el gas, se había producido una violenta sacudida que había estremecido a toda la nave y luego de ello no paraba de dar tumbos por el espacio.

Al mismo tiempo el panel marcaba fallas en todos los sistemas, en el centro de control de Houston estaban recibiendo las mismas lecturas en sus tableros pero al principio no creyeron que todos los sistemas estuvieran fallando a la vez, lo habían tomado como una falla de los computadores sin embargo la voz de Swigert por radio dijo la tan famosa frase : "Ok, Houston tenemos un problema aquí", en Houston pidieron confirmar y Lovell repitió la misma frase.

A pesar de que los astronautas no podían ver el exterior de la nave, Lovell pudo comprobar lo más que pudo, que una niebla estaba escapando del módulo de servicio y rápidamente comprendió que se trataba de oxígeno condensado que estaba escapando al espacio, la sacudida había sido una explosión, faltaba determinar el porqué, pero ya se sabía que había sido suficiente para agrietar a la nave y que ésta estaba empezando a perder el tan preciado gas y la energía eléctrica.

Casi de inmediato todos supieron que el módulo Odissey se estaba muriendo y la única salvación era el módulo lunar Aquarius que estaba intacto, los tres astronautas se trasladaron al módulo lunar, aunque ahora había varias cuestiones a resolver. En primer lugar se decidió lo que tanto se temía, se cancelaba definitivamente el descenso en la Luna, sin embargo como el accidente se produjo cuando ya faltaba solo una sexta parte del recorrido.

Houston empezó a calcular una trayectoria de regreso a la Tierra, pero previo a eso deberían encender el motor del módulo Aquarius y orbitar la Luna una vez para emprender el viaje de regreso, aunque eso le demandaría cuatro días y los sistemas de vida solo podrían funcionar dos.

Con estos elementos la NASA debió improvisar una misión dentro de otra, la misión científica Apollo 13 se había transformado en una de supervivencia, en primer lugar el módulo lunar solo estaba diseñado para dos astronautas y allí había tres, el problema no era el oxígeno sino la saturación del dióxido de carbono que se exhalaba, los filtros para absorberlo no darían abasto, como los filtros del módulo de mando eran distintos del módulo lunar, los astronautas debieron construir nuevos filtros a partir de los materiales que tenían, siguiendo instrucciones muy precisas de Houston, que para esa altura tenía a todos los turnos trabajando sin dormir.

Otro problema era la energía eléctrica, necesitaban racionarla y para eso debieron apagar todos los sistemas del averiado módulo Odissey, no sin antes transferir todo el software de navegación a las computadoras del módulo lunar, que ahora haría un vuelo para el que no estaba diseñado.
Mientras tanto, en la Tierra, ahora el público estaba totalmente pendiente del desarrollo de la misión y de la suerte de los astronautas, y no faltó el periodismo amarillo que invadió la privacidad y las propiedades de los familiares directos de los astronautas, en busca de sensacionalismo para sus reportajes.

En el espacio las cosas no podían ir peor, debido al ahorro forzoso de energía, un intenso frío invadió al Apollo 13, y se les estaba acabando el agua, además Fred Haise había empezado sentir los efectos de una infección urinaria y estaba muy dolorido.

La tenacidad del equipo de control de Houston, al mando de Gene Krantz, dio sus frutos, habían calculado con éxito la trayectoria que traería de regreso a los astronautas, luego de radiar las coordenadas, Lovell y Haise se aprestaron a realizarlas maniobrando al módulo lunar, el bote salvavidas, con su motor como cohete impulsor, rumbo a la Tierra.

Todo el seguimiento que realizaron los controladores de Houston del Apollo 13, luego del accidente, debieron hacerlo solo por radio, a ciegas, y con mucha estática, debiendo reiterar las órdenes a cada momento y eso se debía a que a raíz de la explosión de los tanques, la antena de alta ganancia, se había averiado dificultando las comunicaciones por radio y anulando las transmisiones de T.V.


Por fin, luego de cuatro de cuatro días, el Apollo 13 se disponía a regresar a la Tierra, pero aún había mucha incertidumbre, ya que se iba a encender el módulo Odissey luego de estar apagado durante cuatro días en el espacio, acción nunca antes realizada, además no se sabía si con la explosión se había dañado el escudo térmico o si los paracaídas se habían congelado por el frío, todas esas cuestiones se develarían en unos momentos más, siempre y cuando no se desatara el tifón que se pronosticaba en la zona de rescate del Apollo 13, el Océano Pacífico cerca de Hawaii, (por si les faltaban problemas).

Una vez que estaban en posición para reingresar a la atmósfera terrestre, los astronautas abandonaron el módulo Aquarius que les había servido de salvavidas y se trasladaron al Odissey, que ya habían reencendido y había respondido bien, acto seguido se desprendieron del módulo Aquarius mientras los astronautas pensaban en vos alta "adios Aquarius y gracias por todo" en la maniobra final el módulo Odissey se desprendió del módulo de servicio y recién en ese momento los astronautas pudieron ver y fotografiar el daño de la nave y comprobaron, con estupor, que le faltaba todo un panel lateral, levantado por la explosión.



El Apollo 13 finalmente, luego de la incertidumbre final del reingreso a la atmósfera terrestre, en el cual durante cuatro minutos se cortan las comunicaciones por los iones atmosféricos, regresó el 17 de abril de 1970, amerizando en el sitio prefijado del Océano Pacífico, allí lo estaba esperando el portaaviones USS Iwo Jima.






Al poco tiempo los astronautas fueron recibidos como héroes, en la ciudad de Chicago donde se realizó un gran festejo, al cual Haise no pudo asistir por seguir enfermo, y fueron nombrados Héroes nacionales por el entonces presidente Richard Nixon, quien ya los había recibido apenas habían regresado.


La misión Apollo 13 ha sido catalogada por muchos como una misión fallida, un fracaso, pero en vista de los grandes esfuerzos que realizaron todos para regresar a los astronautas con vida, muchos otros la catalogan como una gran empresa humana coronada por el éxito de haber traído de regreso a los astronautas con vida.

La comisión que investigó el accidente determinó que la explosión se debió a un cortocircuito de los cables de los sensores en los tanques de oxígeno y que produjo una chispa que terminó por agrietar el tanque, el oxígeno liberado a una gran presión, se acumuló en el interior del módulo de servicio la presión hizo el resto, levantó un panel lateral del módulo produciendo esa violenta sacudida y explosión. Un mal manejo humano de estos materiales durante el armado del módulo fue la causa del desperfecto.

Se tomaron muchos más recaudos de seguridad para las siguientes misiones Apollo a la Luna, que se reanudaron en enero de 1971 con la Apollo 14, realizando la misión fallida de la anterior: explorar la región de Fra Mauro.

También hay muchos otros que no dejan de considerar al Apollo 13 como una misión maldita, ninguno de sus tripulantes volvió al espacio, Lovell se retiró en 1972, Haise en 1979 y Swigert murió en 1982, víctima de un cáncer óseo.


Más allá de todas esas cuestiones a veces algo mórbidas, Apollo 13 debe ser considerada con un triunfo del trabajo humano en equipo y la tecnología, su desenlace final fue una gloria, aunque con un dejo se sabor amargo para la NASA, pero con un gran ejemplo a seguir.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Diego, excelente la crónica que hiciste sobre el Apolo XIII. Muy clara y sencillo la redacción de los hechos. Ayer, en Natgeo, pasaron una documental sobre esta misión. Esta claro que el trabajo en equipo salvó a la tripulación de haber muerto en el espacio.

Ojala escribas nuevamente sobre situaciones similares, preparativos (o el detrás de escena) de los viajes espaciales.

Te felicito!!

Gustavo Brandone

Diego Córdova dijo...

Muchas gracias Gustavo !!

Carlos L. Borobio dijo...

Fantástico post de Apolo 13.
Recuerdo los noticiarios de aquella época, que eran tan sensacionalistas como ahora (lo rutinario no vende).
A mi entender, creo que fue la mejor misión de Apolo, aunque no la más importante.

Anónimo dijo...

Muy buena nota !!

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