La agencia espacial Europea se dispone a lanzar al carguero espacial ATV bautizado como Julio Verne, el célebre escritor francés cuyas novelas cautivaron a toda la sociedad del siglo XIX y muchas de ellas resultaron de anticipación.
En 1856 fue publicada una novela que anticipó detalles de la que ciento trece años después sería la primera misión espacial en pisar la Luna. La forma e incluso las dimensiones de la cápsula espacial, el lugar de lanzamiento, el país que habría de lograr el triunfo y el que sería su competidor más directo: Rusia; la falta de gravedad, las trayectorias que seguiría el artefacto y su órbita alrededor de la luna, el sistema de corrección de trayectoria por medio de cohetes, e incluso la forma y lugar de regreso: la novelesca narración termina cayendo al mar en un lugar situado a cuatro kilómetros del lugar en que amerizó la primera tripulación en realizar una órbita lunar, el Apolo VIII. La novela, "De la Tierra a la Luna". El autor, Julio Verne.
Otras novelas de este autor supusieron predicciones que aún siguen cumpliéndose en la actualidad en materia geográfica, tecnológica, sociológica, económica y política. Pero en ello no hay ningún misterio ni adivinación. Sencillamente, Verne fue un increíble investigador ocupado desde su juventud en adquirir una cultura científica enciclopédica y mantenerse al día de los adelantos científicos que por entonces abundaban en los países occidentales. Si a ello se añade su capacidad de anticipación, el método está listo.
El carguero que la Agencia Espacial Europea planea poner al servicio de la Estación Espacial Internacional el año que viene no podía tener mejor nombre para rendir homenaje al célebre escritor.
El Julio Verne es un Vehículo de Transporte Automático (ATV, por sus siglas en inglés) que reemplazará a los clásicos cargueros rusos Progresso en el abastecimiento de la Estación Espacial Internacional. En enero saldrá al espacio desde la base guyanesa de Kurú con una carga de hasta siete toneladas y media.
El nuevo ATV tiene 10,3 metros de largo y 4,5 de diámetro y consta de un módulo de propulsión y otro de carga. Es cilíndrico, pesa 20,3 toneladas y está revestido de un material aislante para resistir choques con meteoritos pequeños.
Además de ser más grande que el Progress ruso noten que es blanco y cuando esté acoplado a la estación su refracción se hará notar a la hora de avistar a la estación a simple cuando hace sus pasos por nuestro país.
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