Se cumplen cincuenta años de la
primera visita de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, a nuestro
país. Fue durante una gira latinoamericana, junto al también astronauta Richard
Gordon. Una gira que, puede muchos hayan olvidado, pero aquí la recreamos con
un testimonio de primera mano, testigo del paso de los astronautas por Brasil,
previo a su visita a Argentina.
Se trata de Lucía Niselba (Lú para casi todo el mundo) y su marido Ernesto, un simpático matrimonio, residente en la ciudad de Buenos Aires, cuyos orígenes se remontan a ancestros rusos y polacos, ambos son primera generación, nacidos en nuestro país, de sus respectivas familias. Lú cuenta, con mucho orgullo, la participación de su abuelo en la Primera Guerra Mundial, en Rusia.
Lucía y Ernesto se casaron siendo muy
jóvenes, en octubre de 1966, decidiendo
realizar su luna de miel en las playas de Río de Janeiro, Brasil; ellos son un
claro ejemplo de haber estado en el lugar y momento indicados pues, en aquellos
años, el interés por los vuelos espaciales era notorio, teniendo en cuenta que
se estaba desarrollando la carrera espacial por llegar a la Luna, Lucía ya era
seguidora de esta actividad, desde que la perrita Laika había llegado al espacio.
El entonces flamante matrimonio se
hospedaba en el hotel Trocadero (hoy Arena), a escasos doscientos metros donde pocos
días después llegarían los astronautas de la NASA, Neil Armstrong y Richard
Gordon, en el marco de una gira que los llevó a recorrer varios países de
América Latina, entre ellos nuestro país.
Armstrong había volado en la misión Gémini
8, hacía solo siete meses; un vuelo que adquirió ribetes dramáticos, cuando la
cápsula comenzó a dar giros descontrolados, apenas se había acoplado con el
misil balístico Agena, la pericia de Armstrong logró estabilizar la cápsula
permitiendo regresar ileso, junto a su compañero, David Scott.
Por su parte, Richard Gordon formó
parte de la tripulación de la Gémini 11, junto a Charles Conrad, en septiembre
de 1966, una misión que alcanzó un
récord de velocidad (28.800 km/h) y altitud (1.372 Km).
Armstrong y Gordon nunca volaron
juntos, pero la rotación de vuelos hizo que, en ambas misiones, uno sea parte
de la tripulación suplente cuando el otro era el titular, tenían una buena relación
y al estar sobre el final del programa Gémini, con sus respectivas misiones
cumplidas, emprendieron la gira que los llevó
por varios países de América.
Cuando llegaron a Río de Janeiro, los
astronautas, se instalaron en el hotel Copacabana Palace, muy cerca del
Trocadero, donde estaban Lucía y Ernesto; sin pensarlo dos veces el matrimonio corrió
hacia donde ellos estaban, listos para partir hacia una recepción y dar una
charla.
Rápidamente Ernesto tomó su filmadora
Saimic 8, para registrar el momento, al tiempo que el portero del Copacabana
animaba a Lucía a que se acercara a charlar con los astronautas, para ese
entonces Lucía ya iba provista de un folleto del hotel con la intención de que
se lo autografiaran.
La filmación captó el momento en que
los astronautas salían de su hotel, con sus respectivas esposas; en el minuto
0:08 se las puede ver a Janet Shearon, esposa de Armstrong, vestida de verde, junto
a Barbara Field, esposa de Gordon.
Lucía logró, primero, el autógrafo de
Richard Gordon y luego el de Armstrong, cuando ya se encontraba arriba del auto
que los llevaría hacia una recepción por parte de la gente de la ciudad, sin
embargo podemos ver como ella sigue charlando con ellos, unos momentos más,
luego de obtener tan preciado recuerdo.
Cabe aclarar que en ese momento nadie,
ni siquiera Neil Armstrong, sabía que en menos de tres años se convertiría en
el comandante de Apollo 11 y nada menos que en el primer ser humano que pisaba
la Luna.
Sin embargo, en plena carrera espacial,
no era para nada menor estar cerca de los astronautas del momento y que hacía
unos pocos meses, habían volado al espacio; en nuestro país, antes de la visita
de Armstrong y Gordon, habían estado expuestas las cápsulas Gémini 4 y 5 a poco
de terminar sus misiones.
Ernesto detalló lo dificultoso que era,
en aquél entonces, filmar y poder reproducir a nivel hogareño dicha filmación. Nada
que ver con los tiempos actuales, donde hoy todos podemos filmar y editar simplemente con
un teléfono celular. La película captada
por su filmadora, Saimic 8, debió ser
enviada a Panamá, para ser procesada y revelada, tardó como dos meses en llegar
el carrete que, luego podría ser reproducido con un proyector Super 8, siempre
cuidando que el carrete no se trabe y queme la memorable filmación.
La película era muda, pero en la
edición que hoy podemos ver, ahora digitalizada por supuesto, para preservarla
del paso del tiempo, se le ha agregado un fondo musical.
El tesoro de Lucía y Ernesto cobraría
un gran impacto cuando, a mediados de 1969, se conocieron los nombres de
quienes llegarían a la superficie lunar por primera vez, ahí estaba Armstrong,
el mismo que hacía menos de tres años les había firmado desinteresadamente
aquel folleto hotelero. Richard Gordon luego formaría parte de la Apollo 12,
pero sin llegar a descender en la Luna.
Hoy, Lucía compara a Neil Armstrong
con Cristóbal Colon, otro gran pionero de la humanidad, pero con el agregado de
haber tenido un memorable encuentro, registrado de puño y letra y en la
filmadora.
Como última anécdota Lucía creyó haber
perdido, en 2009, el folleto firmado y así permaneció, traspapelado, durante los siguientes seis años, hasta que en
2015 volvió a encontrarlo con una inmensa alegría y desde ese momento decidió
compartirlo con todos los que quisieran saber más sobre la historia de la
conquista del espacio.
2 comentarios:
Una genial y emotiva historia para nosotros!! Una redacción genial !!! Mil gracias Diego.
Lu y Ernesto
Genial !
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