Los astronautas John Grunsfeld y Andrew Feustel finalizaron, ayer, la quinta y última caminata espacial destinada a reparar al telescopio Hubble, cumpliendo la totalidad de los objetivos planeados, tras siete horas y dos minutos de febril trabajo.
Grunsfeld y Feustel salieron al espacio a las 09:20 (ARG) 12:20 (GMT) comenzando por el reemplazo de otro pack de baterías (ya habían cambiado uno dos días antes), luego reemplazaron un sensor de guiado y colocaron una protección térmica.
A estos trabajos se le sumó uno que había quedado pendiente del día domingo a raíz de las complicaciones que tuvieron los astronautas Massimino y Good, por ende el trabajo d einstalar otra protección térmica recayó en los caminantes de ayer.
Con este último objetivo la actividad se prolongó, tan solo, media hora más de lo previsto finalizando a las 16:22 (ARG) 19:22 (GMT).
Hubo una pequeña incidencia sobre el final del trabajo, cuando los astroanutas se disponían a ingresar en la exclusa de aire, John Grunsfeld pateó accidentalmente la antena de baja ganancia, uno de los nexos que el Hubble tiene con la Tierra.
De todos modos la antena, que en ese momento estaba plegada, no recibió ningún daño, según se pudo comprobar desde Houston, y pudo ser puesta en posición normalmente.
El veterano Grunsfeld en ese momento solo atinó a decir "Sorry Mr. Hubble" aunque luego manifestó que se sintió terrible varias horas luego del incidente aunque por suerte no tuvo consecuencias.
Lo importante es que la misión ya está cumplida, los tripulantes del Atlantis hoy se desprenderán del Hubble y luego de un día de merecido descanso, comenzarán los preparativos para el regreso, el cual está previsto para este viernes.
El Hubble está más activo y poderoso que nunca, gracias a la tripulación del STS-125 Atlantis y al trabajo realizado junto con los controladores en Houston.
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