El pasado martes 10 de febrero colisionaron en órbita terrestre dos satélites artificiales, uno de ellos de la empresa estadounidense Iridium, de hecho se trató del satélite Iridium 33, que forma parte de la conocida red de comunicaciones, contra el satélite ruso Cosmos 2251, lanzado en 1993 y ya fuera de servicio.
Este hecho es el primero de su naturaleza, al menos que ha tomado estado público, pero nos revela un problema que ha ido en aumento desde que en 1957 se lanzó el primer satélite artificial de la historia, la basura espacial.
Desde el lanzamiento del Sputnik 1 el hombre colocó más de 6.000 objetos en órbita de los cuales 3.000 aún permanecen allí en diferentes alturas.
Sin embargo el número de objetos que componen la basura espacial asciende a 10.000 si contamos los grandes objetos y hasta 50.000 si contamos los objetos que solo miden centímetros.
De todos los objetos que orbitan nuestro planeta solo el 7% corresponde a naves y/o satélites operativos, otro 22% son de objetos obsoletos, como el satélite ruso, otro 17% son de etapas de cohetes lanzadores de naves, un 13% de objetos relacionados con misiones, como la famosa bolsa de herramientas que dejó escapar una astronauta en noviembre de 2008 o el guante de Edward White, perdido durante su paseo espacial de la Gemini 4, en 1966.
Pero el porcentaje más peligroso corresponde a los tornillos, tuercas y otros fragmentos metálicos, son el 41% de la basura espacial y por su tamaño los más letales a la hora de una posible colisión.
Este hecho es el primero de su naturaleza, al menos que ha tomado estado público, pero nos revela un problema que ha ido en aumento desde que en 1957 se lanzó el primer satélite artificial de la historia, la basura espacial.
Desde el lanzamiento del Sputnik 1 el hombre colocó más de 6.000 objetos en órbita de los cuales 3.000 aún permanecen allí en diferentes alturas.
Sin embargo el número de objetos que componen la basura espacial asciende a 10.000 si contamos los grandes objetos y hasta 50.000 si contamos los objetos que solo miden centímetros.
De todos los objetos que orbitan nuestro planeta solo el 7% corresponde a naves y/o satélites operativos, otro 22% son de objetos obsoletos, como el satélite ruso, otro 17% son de etapas de cohetes lanzadores de naves, un 13% de objetos relacionados con misiones, como la famosa bolsa de herramientas que dejó escapar una astronauta en noviembre de 2008 o el guante de Edward White, perdido durante su paseo espacial de la Gemini 4, en 1966.
Pero el porcentaje más peligroso corresponde a los tornillos, tuercas y otros fragmentos metálicos, son el 41% de la basura espacial y por su tamaño los más letales a la hora de una posible colisión.
Teniendo en cuenta que cualquier objeto orbita la Tierra a una velocidad promedio de 28.000 km/h. es seguro que cualquiera de éstos se transformará en un perdigón mortal, si un desafortunado astronauta estuviera haciendo una actividad extravehicular y se cruzara con uno de ellos.
La Estacíón Espacial Internacional se encuentra a una altura de 380 Km., justamente en donde se concentra la mayor cantidad de basura, si bien el gran complejo está blindado, los científicos estiman que la cantidad de basura espacial mantendrá una evolución más o menos estable y para año 2055, el número de objetos peligrosos flotando se disparará de forma exponencial y salir hacia el espacio será una misión prácticamente imposible.
La basura espacial es un problema ambiental más de nuestro planeta, que se ha generado por la falta de atención en tiempo y forma, así como el hombre creyó que el mar podía digerir todos los desechos y el aire disipar todas las toxinas, también creyó que la órbita terrestre era infinita como el espacio, obviamente se equivocó una vez más.
Es tarea de las agencias espaciales reparar un daño que, por ahora, solo irá creciendo si no se hace nada al respecto, antes de que ocurra un percance con naves tripuladas, de hecho ya hubo dos cuasi colisiones, una en 1991, durante la misión STS-48, y otra en 2001, durante la misión STS-102 en la ISS.
No dejamos de celebrar la tecnología que posibilitó la llegada del hombre a la Luna y su pronto regreso, pero esta misma tecnología deberá atender sin más demora este problema, se habla ya de satélites que podrían aspirar estos restos mortales, aunque habría que afinar mucho esa posibilidad antes de hacerla realidad.
Sea como sea lo que importa es un poco de seriedad y celeridad antes de que el hombre quede atrapado en su propio planeta por culpa de la basura espacial.
2 comentarios:
si no hay conciencia de la basura en la tierra... que podemos pretender en el espacio.....
palabras sabias las de Carmen...
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