Sergei Krikalev en Página 12

No es habitual que un medio argentino resalte aspectos del programa espacial tripulado, por eso la nota aparecida hace un par de días en el suplemento Futuro del diario Página 12 constituye una grandiosa excepción.

El protagonista de la nota, escrita por Jorge Forno, es el famoso cosmonauta ruso Sergei Krikalev quien, además de convertirse en el ser humano que más tiempo acumuló en el espacio con sus misiones, 803 días y 9 horas, tiene otro curioso récord, ser el primer hombre que despegó de un país y aterrizó en otro.

Sergei Krikalev se hallaba en órbita, a bordo de la estación espacial MIR, cuando en 1991 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se desmoronó, la gran debacle permitió entrenar solo al relevo de su compañero, el cosmonauta Anatoly Artsevasky.

Krikalev debió permanecer un total de diez meses en órbita, cuatro más de lo previsto, junto a su nuevo compañero Alexander Volkov, hasta que llegara otra misión financiada por Alemania, que pudiera traerlo de regreso.

Sergei Krikalev

Cuando Krikalev aterrizó, por fin, lo recibió un país que ya no era el suyo, la bandera de su traje con las letras en cirílico CCCP era una incongruencia, la URSS ya no existía, la Confederación de Estados Independientes (CEI) que estaba en ese momento también estaba a punto de desaparecer y la ciudad donde Krikalev había nacido, crecido y estudiado ya no era Leningrado, sino San Petesburgo, como originalmente se llamaba, pero en ese entonces Krikalev no había nacido.

Pero, como ya contaba con un vuelo anterior de 152 días en la estación MIR, adaptarse al reto que tuvo durante su segunda misión le resultó más llevadero, sin embargo lo notable de este hombre es que luego de su dramática experiencia eligió seguir volando, incluso en misiones del transbordador de la NASA, la segunda de las cuales serviría para iniciar la construcción de la Estación Espacial Internacional en 1998.

Luego fue ingeniero de vuelo de la primera expedición en la estación espacial y comandante de la 11, al término de la cual, hace ya cinco años, se convirtió en el ser humano más experimentado del espacio.

Volviendo a la nota de Página 12, que resalta ese hecho puntualmente, repito mi grata sorpresa al leerla y espero que le lleguen, mis respetos y felicitaciones a su autor.