Ya casi se cumplen 50 años del inicio de la carrera espacial , muchos aún se preguntan para qué sirvió y otras voces aún más críticas relativizan los éxitos de la conquista del espacio por el hombre, argumentando que las necesidades de la Tierra son prioritarias.
La tecnología que posibilita al hombre viajar y vivir en el espacio significó una serie de mejoras aplicadas luego en la vida cotidiana actual, utilizamos, todos los días, la tecnología espacial casi sin darnos cuenta.
El reto impuesto por las potencias espaciales para que el hombre sobreviva en el espacio dio origen a un costado mucho menos espectacular, pero más práctico y eso se evidencia en las continuas aplicaciones de esta tecnología en nuestra vida cotidiana, los sectores de la medicina y la industria en general son los más beneficiados. Aquí, solo por mencionar algunos, van algunos ejemplos.
Uno de los primeros retos que las potencias espaciales enfrentaron fueron los cambios fisiológicos que un astronauta experimenta en la ingravidez, éstos obligaron a la creación de instrumentos médicos y sensores cada vez más sensibles y exactos, de una precisión asombrosa para localizar debilidad muscular y descalsificación acelerada de los huesos, el Hospital de Niños de Stanford, en EE.UU. fue el primero en aprovechar la tecnología espacial para utilizar un sistema de telemetría, mediante un sensor inalámbrico para detectar la actividad muscular anormal, las señales emitidas por ese sensor las recibe una simple PC que las convierte en imágenes para el diagnóstico.
Siguiendo en el plano médico, la bicicleta estática que utilizan los astronautas de larga permanencia en las estaciones orbitales, posibilitó la creación del ergómetro, una bicicleta con la que una pierna pedalea más lenta que la otra con el objeto de estudiar la coordinación muscular de las piernas y diagnosticar anomalías de manera muy precoz.
El termómetro infrarrojo, que originalmente se utilizó para chequear la salud de los astronautas en órbita, ahora se aplica en modernos termómetros que se introducen en el conducto auditivo e informa la temperatura corporal en menos de dos segundos.
La medicina cardíaca se benefició con la creación de un dispositivo, implantado en el cuerpo, consistente en cuatro electrodos, que corrige un amplio espectro de anomalías entre la taquicardia y la fibrilación ventricular, y un marcapasos de vanguardia que recibe señales desde un dispositivo externo, la misma tecnología usada para comunicar satélites con sus bases en la Tierra.
El láser, utilizado en satélites para medir distancias, tiene hoy en día muchas aplicaciones terapéuticas como las modernas angioplastías y los tratamientos odontológicos para restaurar piezas dentales.
La industria recibió el aporte de nuevos materiales, entre ellos nuevos vidrios y plásticos que no se rompen ni se rayan, que se utilizaron para los cascos de los astronautas y las cabinas de las naves tripuladas, estos materiales tienen una variada aplicación: vidrios de seguridad para bancos, cascos más livianos y resistentes, anteojos de sol irrompibles, lentes de contacto blandas pero resistentes a las rayaduras.
El tejido de los trajes espaciales para largas actividades extravehículares y el polvillo que transforma la orina en gel, que no irrita la piel, tuvo su inmediata aplicación en los pañales descartables para bebés y en las toallas femeninas, ambos con gran capacidad de absorción.
El no poder utilizar agua corriente en órbita dió origen a otros dos productos que ya se utilizan en la higiene cotidiana en la Tierra : los paños embebidos en una solución para limpiar manos y rostro y en un dentífrico que no requiere agua y no produce espuma, además se puede tragar sin producir daño alguno, el primer dentífrico de estas características que salió a la venta no podía llamarse de otra manera : "NASAdent"
Los tan comentados bolígrafos que escriben en cualquier dirección fueron posibles gracias a un pequeñísimo bombeador, el mismo principio se aplica en unos nuevos microinfusores para los diabéticos, asegurando un suministro de insulina contínuo y parejo.
La tecnología espacial también se metió en la cocina, la técnica para irradiar alimentos para su conservación, el horno a microondas y las bolsas hermétcas para conservar los alimentos en el freezer son claros ejemplos de ellos.
Los actuales corredores de Fórmula 1, los pilotos de aviones de combate y los bomberos utilizan un derivado del traje espacial lunar que asegura una refrigeración contínua dentro del mismo.
El agua corriente de muchos centros urbanos es purificada y potabilizada siguiendo las modernas técnicas que se utilizan en las estaciones orbitales para reciclado, incluso a nivel doméstico.
El revuelo que provocó una bacteria, que no solo pasó todos los controles ascépticos sino que además sobrevió varios años en la Luna, sobre una cámara de TV de la sonda lunar Surveyor, obligó a replantear los controles de esterilización que hoy se aplican en laboratorios y hospitales de todo el mundo.
La empresa Black y Decker fue contratada en su oportunidad por la NASA para perfeccionar herramientas para toma de muestras lunares, pero no desperdició la oportunidad de crear taladros inalámbricos y otras herramientas afines que hoy vemos en cualquier ferretería.
La lista parece interminable y realmente lo es, usted puede leer esta nota gracias a la tecnología informática que recibió un gran impulso de la tecnología espacial que así lo demandaba, recordemos que la computadora de la Apollo 11 solo tenía 300 k. de memoria o sea menos que un jueguito para niños. Pero más allá d ela Internet la globalización llegó mucho antes, a partir de que los satélites posibilitaron las comunicaciones por esta vía transmitiendo audio y video hasta llegar a otras aplicaciones como el muy actual GPS.
Cual será el siguiente paso ? la biotecnología parece ser el próximo eslabón, con la investigación de la formación de cristales protéicos en el espacio, tal vez en un futuro, no tan lejano, se puedan crear fármacos con la misma facilidad y rapidez con que se forman estos cristales de proteínas.
El hombre llegó al espacio hace 50 años desde el lanzamiento del Sputnik 1 en 1957, pero el legado que hoy nos deja es el de un constante avance y mejoras para la vida en la Tierra y, como todo cambio positivo, ya es inevitable y para siempre.
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1 comentario:
Excelente recopilación ! además nunca viene mal recordar todos los beneficios que nos devuelve la tecnología empleada para viajar al espacio.
Saludos !
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