Malas noticias para la Estación Espacial Internacional y sus tripulantes. El carguero no tripulado Progress MS04 que despegó desde Baikonur el pasado 1 de diciembre a las 11:51 (ARG) 14:51 (GMT) llevando suministros (combustible, comida, agua y trajes espaciales) para el complejo orbital se perdió en la alta atmósfera a consecuencia de un mal funcionamiento en la tercera etapa del cohete. Al momento de encenderse la tercera etapa el centro de control perdió contacto.
Varios restos cayeron aunque todavía no fueron recuperados.
Como muchos saben, las naves rusas de carga Progress, no tripuladas, son enviadas periódicamente a la Estación Espacial Internacional, con el fin de enviar a sus tripulantes provisiones, instrumentos científicos y transvasar combustible y agua a la estación.
Este método lo vienen realizando, con bastante éxito, desde fines de la década del 70 con de las estaciones Salyut y MIR. La Progress MS-04, perdida hoy, llevaba unas 2,5 toneladas de carga útil (710 Kg. de combustible, 420 Kg. de agua, 52 Kg. de oxígeno, 315 Kg. de comida, 115 Kg. de elementos médicos y de higiene, 67 Kg. de elementos científicos y 87 Kg. de elementos para purificación del agua, entre otras cosas). Es la tercera pérdida de un carguero en la historia de la estación espacial (M-12M en 2011 y M-27M en 2015).
Si bien no es una buena noticia para la actual Expedición 50 en la estación espacial de momento no corren riesgo de desabastecimiento ni se piensa en adelantar el regreso. EN unos día recibirán al carguero japonés Kounotori 6.
Teniendo en cuenta que las Progress son naves similares a las Soyuz tripuladas y utilizan los mismos vectores de lanzamiento y mismos sistemas de orientación, es muy posible que los próximos vuelos tripulados, previstos para marzo y mayo de 2017, sufran retrasos hasta tanto se revisen todos sus sistemas para asegurarse que esto no ocurra con naves tripuladas.
La agencia espacial rusa, Roskosmos, decidió reducir su participación en las expediciones a la Estación Espacial Internacional de tres a dos cosmonautas, así lo comunicó, a través del director de vuelos tripulados, Sergei Krikalev (veterano cosmonauta).
Por tal motivo todas la expediciones previstas para 2017 han sufrido recortes y cambios de cosmonautas a otras expediciones, con el fin de mantener tripulaciones estables de cinco integrantes (dos rusos, dos americanos y un quinto europeo, japonés o canadiense).
Resulta llamativa semejante movida pues las Expediciones 51 y 52 (a iniciarse en marzo y mayo 2017 respectivamente) ya estaban en avanzado estado de planificación y sus integrantes abocados al entrenamiento de las mismas, ahora algunos de ellos ya fueron asignados a expediciones siguientes.
Roskosmos indicó que dicho cambio permitirá ajustar costos logísticos hasta la llegada del módulo Nauka (Ciencia) a la estación espacial, prevista para fines de 2017, a partir de allí las expediciones volverían a ser de seis integrantes.
La Expedición 50, que comenzará el próximo 17 de noviembre, será la última formada por seis integrantes.
A continuación el detalle de las Expediciones 51 a 55 originales, previstas para el año que viene y sus actuales modificaciones :
Expedición 51 original
Comandante : Peggy Whitson (USA) Soyuz MS03
Ing. Vuelo : Oleg Novistky (Rusia) Soyuz MS03
Ing. Vuelo : Thomas Pesquet (Francia) Soyuz MS03
Ing. Vuelo : Alexander Misurkin (Rusia) Soyuz MS04
Ing. Vuelo : Nikolai Tikhonov (Rusia) Soyuz MS04
Ing. Vuelo : Mark Vande Hei (USA) Soyuz MS04
Expedición 51 actual
Comandante : Peggy Whitson (USA) Soyuz MS03
Ing.Vuelo : Oleg Novistky (Rusia) Soyuz MS03
Ing.Vuelo : Thomas Pesquet (Francia) Soyuz MS03
Ing.Vuelo : Fyodor Yurchikin (Rusia) Soyuz MS04
Ing.Vuelo : Jack Fisher (USA) Soyuz MS04 (esta Soyuz no llevará a ningún ocupante en su butaca vacía)
Expedición 52 original
Comandante : Alexander Misurkin (Rusia) Soyuz MS04
Ing.Vuelo Nikolai Tikhonov (Rusia) Soyuz MS04
Ing.Vuelo Mark Vande Hei (USA) Soyuz MS04
Ing.Vuelo Fyodor Yurchikhin (Rusia) Soyuz MS05
Ing.Vuelo Jack Fisher (USA) Soyuz MS05
Ing.Vuelo Paolo Nespoli (Italia) Soyuz MS05
Expedición 52 actual
Comandante Fyodor Yurchikhin (Rusia) Soyuz MS04
Ing. Vuelo Jack Fisher (USA) Soyuz MS04
Ing. Vuelo Sergei Ryazansky (Rusia) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Randolph Bresnik (USA) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Paolo Nespoli (Italia) Soyuz MS05
Expedición 53 original
Comandante : Fyodor Yurchikhin (Rusia) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Jack Fisher (USA) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Paolo Nespoli (Italia) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Alexander Skvorstov (Rusia) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Scott Tingle (USA) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Ivan Vagner (Rusia) Soyuz MS06
Expedición 53 actual
Comandante Sergei Ryazansky (Rusia) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Randolph Bresnik (USA) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Paolo Nespoli (Italia) Soyuz MS05
Ing. Vuelo Alexander Misurkin (Rusia) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Mark Vande Hei (USA) Soyuz MS06 (esta Soyuz muy posiblemente lleve un participante, turista o cosmonauta de pocos días de permanencia, regresando en la Soyuz MS04)
Expedición 54 original
Comandante Alexander Skvorstov (Rusia) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Scott Tingle (USA) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Ivan Vagner (Rusia) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Sergei Ryazansky (Rusia) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Randolph Bresnik (USA) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Norishige Kanai (Japón) Soyuz MS07
Expedición 54 actual
Comandante Alexander Misurkin (Rusia) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Mark Vande Hei (USA) Soyuz MS06
Ing. Vuelo Alexander Skvorstov (Rusia) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Scott Tingle (USA) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Norishige Kanai (Japón) Soyuz MS07
Expedición 55 original
Comandante Sergei Ryazansky (Rusia) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Randolph Bresnik (USA) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Norishige Kanai (Japón) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Sergei Prokopiev (Rusia) Soyuz MS08
Ing. Vuelo Oleg Artemyev (Rusia) Soyuz MS08
Ing. Vuelo Andrew Feustel (USA) Soyuz MS08
Expedición 55 actual
Comandante Alexander Skvorstov (Rusia) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Scott Tingle (USA) Soyuz MS07
Ing. Vuelo Norishige Kanai (Japón) Soyuz MS07
Ing. Vuelo ???? ???? (Rusia) Soyuz MS08
Ing. Vuelo ???? ???? (USA) Soyuz MS08 (esta Soyuz muy posiblemente lleve un participante, turista o cosmonauta de pocos días de permanencia regresando en la Soyuz MS06)
Hasta aquí la información disponible,esperemos que sea para el bien del gran complejo orbital y que la llegada del Nauka traiga más actividad,ciencia y por supuesto, mayor participación.
Finalmente el módulo ruso Nauka (Ciencia) llegará a la estación espacial Internacional, luego de casi 10 años de demora de su fecha original, el anuncio llega cuando ya se suponía descartada esta posibilidad.
El módulo Nauka, también llamado MLM (Módulo Logístico Multipropósito), será enteramente financiado por Roscosmos y está considerado, por su forma y dimensiones, como un gemelo del Módulo Zarya (FGB) , aquel primer módulo de la estación, lanzado en 1998.
A pesar de la similitud con Zarya, el Nauka tendrá además una exclusa para los cosmonautas en la realización de actividades extravehículares y un brazo robot de origen europeo. Tendrá una longitud de 13 metros un diámetro mayor de 4,11 metros y un volumen presurizado de 70 metros cúbicos.
Nauka será lanzado por un cohete Protón y será acoplado al puerto Nadir del módulo Zvezda, hoy ocupado por el pequeño módulo Pirs, el cual será removido y descartado para darle lugar al nuevo módulo.
Además de servir como plataforma de experiemtnos científicos y exclusa para las caminatas espaciales rusas, Nauka deja abierta la posibilidad de recibir nuevos módulos rusos y hacer crecer la estación en otro plano si eso llegare a concretarse en los próximos años.
A continuación una animación de la última versión de la secuencia de acople de los componentes de la estación, casi toda ella ya realizada excepto el último módulo, justamente el Nauka, el cual todavía no tiene fecha certera, pero sabemos que será entre noviembre y diciembre de 2017.
El pasado martes falleció Jack Garman, un reconocido ingeniero de la NASA que participó activamente en el programa lunar Apolo, su nombre hubiera pasado desapercibido, de no ser por un acontecimiento sorpresivo, surgido minutos antes del alunizaje de Apolo 11 con su computadora de a bordo.
Por estos días se cumplieron 50 años de la implementación de la computadora AGC (Apollo Guidance Computer) para las misiones tripuladas lunares, encargada de proporcionar capacidad de cálculo para controlar la navegación y orientación del módulo de mando en el vuelo translunar y del módulo lunar a la hora de realizar el alunizaje.
Fue un gran logro de la ingeniería y de la informática concebir una computadora capaz de proporcionar cálculos exactos y confiables para la gran responsabilidad que incluía llevar a la Luna y traer de regreso y a salvo vidas humanas.
La AGC fue un logro del ingeniero Charles Draper y su equipo del MIT, tenía una capacidad de memoria razonable para la época, 3.840 bytes de RAM y 69.120 bytes de ROM, (un celular de hoy tiene mil millones de bytes) dicho sea de paso la memoria ROM no estaba en un disco rígido, aunque esa tecnología ya existía, pues los rayos cósmicos hubieran podido hacer estragos en el mismo, provocando el cese de actividad de la AGC en pleno vuelo.
La memoria física fue cableada con núcleos magnéticos, en código binario, si los hilos de cables pasaban por dentro de los núcleos equivalía a un uno, si lo hacían por fuera era un cero. Todos los programas fueron construidos de esa manera y los cables fueron ensamblados a mano por costureras que venían de la industria relojera y textil.
Obviamente la AGC tenía una capacidad limitada de proceso de tareas, apenas podía realizar ocho al mismo tiempo, pero eso era suficiente gracias a la genialidad del ingeniero Hal Laning, del MIT, quien desarrolló un lenguaje para la computadora, capaz de asignar tareas por prioridad en lugar de por tiempo compartido como se venía haciendo, de este modo el AGC era capaz de seleccionar tareas, realizando las prioritarias y relegando las menos importantes, en caso de no poder procesar todas.
Las computadoras AGC fueron testeadas en los vuelos previos al histórico alunizaje entre 1968 y 1969 (misiones Apolo 7 al 10) La misión Apolo 10 realizó un acercamiento de hasta 15 km de altura sobre la superficie lunar, con el módulo lunar tripulado por los astronautas Thomas Stafford y Eugene Cernan, si todo iba bien los próximos serían Neil Armstrong y Buzz Aldrin, pero lo único que no había sido ensayado en misiones previas era ese descenso final, a partir de los 15 Km de altura, allí les aguardaba una sorpresa con el AGC tanto a los astronautas como a los controladores de misión.
El 20 de julio de 1969, durante la fase de frenado, el módulo lunar Aguila se hallaba a 15 km. de altura sobre la superficie lunar (50.000 pies), en ese momento Buzz Aldrin introduce el comando 1668 para medir la posible diferencia de cálculo de altitud entre el radar y la AGC, en ese momento dentro del módulo resuena una alarma codificada como 1202 motivando el sobresalto de todos tanto en la órbita de Luna como en la Tierra.
Casi nadie en Houston podía determinar que clase de alarma era y si a pesar de ella podían proseguir con el descenso, de ser un problema crítico la propia computadora realizaría automáticamente la maniobra de aborto. El ruido de la alarma resonaba en la estrecha cabina del módulo lunar y el tiempo apremiaba.
En una sala contigua a la principal del centro de control de Houston estaban los ingenieros de sistemas, entre ellos un joven Jack Garman, quien tuvo la precaución de tener anotadas todas las alarmas que podía generar la computadora y su gravedad, ese papel lo tenía debajo de un vidrio en su consola y rápidamente supo de que se trataba, la alarma 1202 era una sobrecarga de datos, no implicaba un problema serio puesto que no provocaría un aborto de la misión, pero si era un aviso que la AGC no podía procesar todo lo que se le estaba pidiendo, como era posible esto ?
Antes de pensar en como se originó esta sobrecarga Jack Garman le comunicó al director de vuelo, Gene Kranz, que se trataba de una alarma de aviso nada más y podían proseguir con el descenso, Kranz se lo comunica al capcom, el astronauta Charles Duke, y éste se lo comunica a Armstrong y Aldrin.
Aldrin vuelve a introducir el comando 1668 y la computadora vuelve a hacer sonar la alarma con el código 1202, esta vez se sabe que simplemente es una sobrecarga de datos y la pasan por alto, pero... como era posible esto ? durante el descenso el módulo lunar tenía el radar de encuentro encendido, este radar servía para buscar al módulo de mando, tripulado por Michael Collins, en la órbita lunar y acoplarse con el, en caso de que realizaran una maniobra abortiva, antes de tocar la superficie lunar.
El radar estaba en la posición de "slew" una función que permitía manejar el radar manualmente, no estaría buscando al módulo de mando, así ahorrarían recursos informáticos, pero estaría encendido, eso provocaría que cada cierta cantidad de tiempo se consumieran recursos valiosos a la hora de descender. La computadora tenía el 85% de sus recursos ocupados en las maniobras de alunizaje y al sufrir la interferencia del radar tuvo su sobrecarga pero el AGC tenía sus sistema de priorizar tareas gracias al genio de Hal Laning y pudo proseguir con sus tareas primarias.
En la fase de aproximación final, a menos de 10 Km de altura de la superficie lunar y a pocos segundos de que Armstrong tomara el control manual suena la alarma 1201 y Garman vuelve a consultar sus lista manuscrita para volver a calmar a todos.
En total las alarmas sonaron unas cinco veces en esta última y crítica fase de la misión de la cual no había habido precedentes pese a las misiones anteriores.
Las alarmas 1201 y 1202 no eran fallas de la computadora, esta estaba haciendo bien su trabajo, tan solo era un aviso que el hombre mismo se equivocó al redactar los procedimientos.
La intervención oportuna de Jack Garman, en ambas alarmas, hizo que el esfuerzo de cientos de técnicos, ingenieros, científicos y astronautas no se vieran truncados en los últimos minutos previos a la gran hazaña de la humanidad.
Por supuesto Garman tuvo su merecido reconocimiento en su momento y fue considerado el gran salvador de la misión Apolo 11.
Durante los meses de julio y agosto el Planetario de la Ciudad de Bs.As. Galileo Galilei organizó una exposición de astronáutica, en la cual aporté algunos objetos de memorabilia espacial de mi colección. Fue una grata sorpresa ver tanta gente interesada en la historia del hombre en el espacio y de como se sorprendieron con las hazañas que el hombre logró desde 1957 hasta nuestros días.
Les comparto algunas imágenes tomadas durante el primer día de la exposición que se extenderá hasta mediados de octubre.
Libro "El Programa Espacial Soviético", autografiado por los cosmonautas Georgi Grechko e Igor Volk durante su visita a muestro país en 2009.
Las primeras visitantes del museo planetario !
Las misiones del transbordador a la Estación Espacial Internacional que llevaron al satélite argentino SAC A (1998) y el Paquete Argentino de Experimentos de la AATE (2001).
Patchs de las primeras misiones del transbordador Columbia, Challenger, Discovery, Atlantis y Endeavour.
Sobre postal llevado a bordo del Challenger durante la misión STS-8 (1983) para conmemorar el 25º aniversario de la NASA. El sobre fue matasellado durante el vuelo y al aterrizar.
Retrato de Neil Armstrong con su firma original
Vista del museo planetario.
Réplica del primer sobre postal matasellado en la Luna, durante la misión Apollo 11.
Gente grande haciendo cosas de chicos.
La Luna gran protagonista de la muestra.
Suplementos del diario Clarín de julio de 1969 emitidos durante todos los días que duró la misión.
Patchs del programa Mercury y Gemini
Sobre postal autografiado por el astronauta Walter Schirra y matasellado el día de su vuelo.
Sobres postales testimonios de las exhibiciones en nuestro país de las cápsulas Mercury 5 de John Glenn y de las Gemini 4 y 5 y de la estación de seguimiento de Balcarce, durante la misión Apollo 11.
Con el retrato de un gran amigo y la satisfacción de haber colaborado con los amigos del Planetario.
El senado de EEUU aprobó la emisión de una moneda de un dólar conmemorativa a Christa McAuliffe, la maestra que participó en el fatídico vuelo del Challenger, en enero de 1986, hace ya treinta años. Si bien la ley se aprobó este año, las piezas recién podrán verse el año que viene, pero ha sido una buena iniciativa para recordar que los vuelos espaciales a veces, lamentablemente, son más seguros sobre los errores de los anteriores. La moneda será de una aleación de plata (90%) y cobre (10%).
Hace unos días el astronauta británico, Tim Peake, tomó esta
foto que evidencia un impacto sobre uno de los vidrios de la cúpula de la
Estación Espacial Internacional. Hay algún peligro inminente ?
Pues no, nada de eso... La marca tiene unos siete milímetros y posiblemente la provocó una partícula más pequeña aún. Si bien la basura espacial existe, y es un riesgo presente, es menos frecuente a la altura donde órbita la ISS.
Además, por la cantidad de ventanas que tiene la cúpula,sus vidrios cuentan con cuatro gruesas capas, separadas por vacío, haciendo que sea imposible que estalle. Ahora bien, si un gran trozo de basura espacial impactara con este o cualquier otro módulo de la estación y lo perforara este puede cerrarse y aislarse del resto para evitar una descompresión total de la estación.
El desastre de la película Gravedad está basado en un modelo teórico, difícil de comprobar y mucho más difícil es que ocurra realmente.
Se cumplen cincuenta años de la
primera visita de Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, a nuestro
país. Fue durante una gira latinoamericana, junto al también astronauta Richard
Gordon. Una gira que, puede muchos hayan olvidado, pero aquí la recreamos con
un testimonio de primera mano, testigo del paso de los astronautas por Brasil,
previo a su visita a Argentina.
Se trata de Lucía Niselba (Lú para
casi todo el mundo) y su marido Ernesto, un simpático matrimonio, residente en
la ciudad de Buenos Aires, cuyos orígenes se remontan a ancestros rusos y
polacos, ambos son primera generación, nacidos en nuestro país, de sus
respectivas familias. Lú cuenta, con mucho
orgullo, la participación de su
abuelo en la Primera Guerra Mundial, en Rusia.
Lucía y Ernesto se casaron siendo muy
jóvenes, en octubre de 1966, decidiendo
realizar su luna de miel en las playas de Río de Janeiro, Brasil; ellos son un
claro ejemplo de haber estado en el lugar y momento indicados pues, en aquellos
años, el interés por los vuelos espaciales era notorio, teniendo en cuenta que
se estaba desarrollando la carrera espacial por llegar a la Luna, Lucía ya era
seguidora de esta actividad, desde que la perrita Laika había llegado al espacio.
El entonces flamante matrimonio se
hospedaba en el hotel Trocadero (hoy Arena), a escasos doscientos metros donde pocos
días después llegarían los astronautas de la NASA, Neil Armstrong y Richard
Gordon, en el marco de una gira que los llevó a recorrer varios países de
América Latina, entre ellos nuestro país.
Armstrong había volado en la misión Gémini
8, hacía solo siete meses; un vuelo que adquirió ribetes dramáticos, cuando la
cápsula comenzó a dar giros descontrolados, apenas se había acoplado con el
misil balístico Agena, la pericia de Armstrong logró estabilizar la cápsula
permitiendo regresar ileso, junto a su compañero, David Scott.
Por su parte, Richard Gordon formó
parte de la tripulación de la Gémini 11, junto a Charles Conrad, en septiembre
de 1966, una misión que alcanzó un
récord de velocidad (28.800 km/h) y altitud (1.372 Km).
Armstrong y Gordon nunca volaron
juntos, pero la rotación de vuelos hizo que, en ambas misiones, uno sea parte
de la tripulación suplente cuando el otro era el titular, tenían una buena relación
y al estar sobre el final del programa Gémini, con sus respectivas misiones
cumplidas, emprendieron la gira que los llevó
por varios países de América.
Cuando llegaron a Río de Janeiro, los
astronautas, se instalaron en el hotel Copacabana Palace, muy cerca del
Trocadero, donde estaban Lucía y Ernesto; sin pensarlo dos veces el matrimonio corrió
hacia donde ellos estaban, listos para partir hacia una recepción y dar una
charla.
Rápidamente Ernesto tomó su filmadora
Saimic 8, para registrar el momento, al tiempo que el portero del Copacabana
animaba a Lucía a que se acercara a charlar con los astronautas, para ese
entonces Lucía ya iba provista de un folleto del hotel con la intención de que
se lo autografiaran.
La filmación captó el momento en que
los astronautas salían de su hotel, con sus respectivas esposas; en el minuto
0:08 se las puede ver a Janet Shearon, esposa de Armstrong, vestida de verde, junto
a Barbara Field, esposa de Gordon.
Lucía logró, primero, el autógrafo de
Richard Gordon y luego el de Armstrong, cuando ya se encontraba arriba del auto
que los llevaría hacia una recepción por parte de la gente de la ciudad, sin
embargo podemos ver como ella sigue charlando con ellos, unos momentos más,
luego de obtener tan preciado recuerdo.
Cabe aclarar que en ese momento nadie,
ni siquiera Neil Armstrong, sabía que en menos de tres años se convertiría en
el comandante de Apollo 11 y nada menos que en el primer ser humano que pisaba
la Luna.
Sin embargo, en plena carrera espacial,
no era para nada menor estar cerca de los astronautas del momento y que hacía
unos pocos meses, habían volado al espacio; en nuestro país, antes de la visita
de Armstrong y Gordon, habían estado expuestas las cápsulas Gémini 4 y 5 a poco
de terminar sus misiones.
Ernesto detalló lo dificultoso que era,
en aquél entonces, filmar y poder reproducir a nivel hogareño dicha filmación. Nada
que ver con los tiempos actuales, donde hoy todos podemos filmar y editar simplemente con
un teléfono celular. La película captada
por su filmadora, Saimic 8, debió ser
enviada a Panamá, para ser procesada y revelada, tardó como dos meses en llegar
el carrete que, luego podría ser reproducido con un proyector Super 8, siempre
cuidando que el carrete no se trabe y queme la memorable filmación.
La película era muda, pero en la
edición que hoy podemos ver, ahora digitalizada por supuesto, para preservarla
del paso del tiempo, se le ha agregado un fondo musical.
El tesoro de Lucía y Ernesto cobraría
un gran impacto cuando, a mediados de 1969, se conocieron los nombres de
quienes llegarían a la superficie lunar por primera vez, ahí estaba Armstrong,
el mismo que hacía menos de tres años les había firmado desinteresadamente
aquel folleto hotelero. Richard Gordon luego formaría parte de la Apollo 12,
pero sin llegar a descender en la Luna.
Hoy, Lucía compara a Neil Armstrong
con Cristóbal Colon, otro gran pionero de la humanidad, pero con el agregado de
haber tenido un memorable encuentro, registrado de puño y letra y en la
filmadora.
Como última anécdota Lucía creyó haber
perdido, en 2009, el folleto firmado y así permaneció, traspapelado, durante los siguientes seis años, hasta que en
2015 volvió a encontrarlo con una inmensa alegría y desde ese momento decidió
compartirlo con todos los que quisieran saber más sobre la historia de la
conquista del espacio.